David Espejo y la enseñanza de unas teclas
Háblanos de ti y de lo que haces
Nací en Albacete. Soy pianista y profesor. Hace unos años, otra crisis y la falta de oportunidades, me hizo lanzarme a abrir mi propio negocio, «Taller de Músicos«. Este lugar se ha convertido en uno de los puntos de referencia musicales de Albacete, lo que me llena de orgullo.
Soy una persona inquieta, lo que me ha llevado por caminos dispares en la música.
Así pues, paralelamente a mis estudios de clásica, he estudiado jazz. Ambos estilos suelen verse como contrapuestos, y hay como dos bandos en los que unos critican a otros y viceversa, lo cual me parece una estupidez ya que, si investigas un poco, ves que los grandes nunca hicieron esa distinción y, de hecho, se dejaron influenciar y aprendieron unos de otros. Hay jazz en Stravinsky, hay clásica en Ellington.
¿Por qué te dedicas a tu profesión/afición?
No sé si yo elegí el piano o el piano me eligió a mí. Sea como fuere comencé una relación que me acompaña casi toda mi vida. La relación de un músico con su instrumento es siempre compleja, hay celos, momentos de amor, otros de odio, reconciliaciones, contradicciones … en fin, lo que suele ser una relación. Al final ves que llevas casi treinta años vinculado al piano y esa relación ya no puede cortarse. Es parte de ti como pueden serlo las experiencias vividas, y lo que otras personas han dejado en ti. Es un medio para expresar lo que no puedes expresar de otra manera.
¿Cuáles son tus inspiraciones?
Pienso que, (no es mía la frase), sólo hay dos clases de música, la buena y la mala. Por ello me gusta pasar momentos con Bach, Bill Evans, Paco de Lucía, Anouar Brahem o David Bowie.
Fuera de la música, agradezco mucho una buena conversación, adoro encontrar un buen libro, de los que dejan huella, una buena película…
¿Qué objetivos tienes a corto-medio plazo?
Que termine este confinamiento para volver a subir la persiana de mi negocio y poder llevar mi ritmo normal de vida.
Un recuerdo que te motivó hacia tu profesión/afición
En mi segundo año en el conservatorio vino el profesor que marcaría el que yo quisiera ser pianista, Alfredo de la Ossa. Yo tenía diez años pero pensé … «yo tengo que tocar así». Para que luego se dude de la importancia de los profesores en la educación.
Un deseo que te inspire
Que mis hijos crezcan un poco para que sean algo más independientes, (risas).
¿Deseos? … viajar, principalmente. Es inspirador, y no creo que haya algo que abra más la mente que conocer otras culturas, otros lugares. Soy un viajero empedernido, que no un turista.
Un espacio de Albacete que te inspire
La tetería «El Embrujo» en el Paseo de la Libertad. Esa casa, de principios de siglo XX, me hace retrotraerme al pasado. Me hace viajar a París sin salir de nuestra ciudad, por la inspiración afrancesada que tuvo el arquitecto Julio Carrilero, y por otro lado, me llena de rabia por tener una historia tan castigada en Albacete a nivel arquitectónico.
Eslabón Relatio | Encontrar en la verdad de la música el motor de tu trabajo … descubrir a través de la educación una vida imaginada … teclas de perseverancia. Gracias David.
[Entre todos subiremos este escalón, confiando y soñando, unidos. Fuerza y Ánimo]
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